Corregir las correcciones de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado muchos aspectos de nuestra vida diaria, incluida la corrección ortotipográfica de textos. Si bien la IA ofrece algunas ventajas en términos de eficiencia y precisión, también presenta desafíos que debemos tener en cuenta. En este artículo, exploraremos los errores comunes asociados con la corrección ortotipográfica basada en IA y las consideraciones que debemos tener al utilizar estas herramientas.

CONTEXTO Y AMBIGÜEDAD

A veces, las herramientas de IA pueden responder con una corrección incorrecta —valga el oxímoron— o cambiar el significado de una oración debido a la falta de comprensión del contexto. Los algoritmos de IA aún están en proceso de mejora en cuanto a la interpretación precisa de las intenciones originales, especialmente en textos más complejos o técnicos. Por eso siempre habrá que revisar lo que la IA haga desde el punto de vista de quien entiende lo que se quiere decir.

 

ESTILO Y VOZ PERSONALES

Cada persona tiene un estilo y una voz únicos. La corrección ortotipográfica basada en IA puede tener dificultades para reconocer y respetar estos estilos individuales. Es posible que las herramientas de IA no capturen adecuadamente las preferencias de puntuación, uso de palabras o estructura alguien en particular. Imaginemos a una IA puntuando un texto de Saramago, ¿qué quedaría de su obra?

 

IDIOMA Y REGIONALISMOS

La corrección ortotipográfica basada en IA a menudo se entrena en un idioma o variante específica, lo que puede llevar a errores en contextos multilingües o regionales. Las herramientas de IA pueden tener dificultades para reconocer los regionalismos, expresiones coloquiales o términos específicos de determinadas áreas geográficas. En un idioma con tantas variantes como el español esto puede ser dramático cuando se aceptan sin más las sugerencias de la corrección automática.

 

NORMAS ESPECÍFICAS Y CONVENCIONES ACADÉMICAS

La corrección ortotipográfica basada en IA puede tener dificultades para adaptarse a normas específicas y convenciones académicas. Cada campo o disciplina puede tener reglas y requisitos particulares en cuanto a estilo, puntuación o presentación que la IA puede no captar de manera precisa. Por lo tanto, es fundamental que quien corrige o edita un texto tenga conocimientos sólidos de las convenciones de su campo y realice revisiones manuales para asegurar la conformidad con las normas específicas. En la siguiente entrada hablaremos de las mil dificultades que presenta la corrección de bibliografías para una IA (entre ellas las mentiras que introduce).

En conclusión, aunque la corrección ortotipográfica basada en IA ofrece muchas ventajas en términos de eficiencia y precisión, también presenta desafíos en la interpretación del contexto, respeto a su estilo y voz, adaptabilidad a los regionalismos y cumplimiento de normas específicas. Es esencial que quien escribe, corrige o edita un texto sea consciente de estas limitaciones y utilice la corrección ortotipográfica basada en IA como una herramienta complementaria, realizando revisiones manuales para garantizar la calidad y coherencia del texto final. La combinación del poder de la IA y la sabiduría humana puede llevar a resultados óptimos en la corrección ortotipográfica, pero no se la puede dejar sin supervisión humana si queremos que un texto brille.